Poniéndonos serios… la la puta tesis me sabe a
cacho.
No mas, el plazo que me he puesto es Junio 2013.
Cualquier otra cosa después es un autosabotaje al ego y a la estupidez.
Tengo que dividir mi vida en 18 personalidades diferentes:
La Mafe que escribe la tesis y es una ñoña
asquerosa.
La Mafe que dirije un proyecto de investigación y
le toca hacer todo el trabajo porque su equipo de trabajo es una miercoles.
La Mafe que es una niña grande y que tiene que
buscar trabajo porque eso de vivir a punta de un sueldito de estudiante ya da
vergüenza y yo ya estoy muy vieja para andar con estas pendejadas.
La Mafe que está a dieta y por mas que se llene de
ansiedad no puede comer como desaforada porque los kilos que bajé no pueden vovler…
ni mierda!!
La Mafe deportista que se dedica hora y media, 5
días a la semana a hacer algo en el gym (volleyball, racquetball, zumba,
natación, spinning…) y que con eso ya tiene unas piernotas y una asentadera
bastante decentes.
La Mafe que, tampoco exageremos, tiene que tener un
poquito de vida social porque puede llegar a enloquecerse.
Dice mi “thesis coach” que esta vaina es al mismo
tiempo: un deporte de alto rendimiento y una batalla cuerpo a cuerpo con un
enemigo que debo dejar de tener como intangible o invisible.
Ah, porque les conté que me levanté un entrenador
para la tesis, no? Bueno, me levanté un entrenador para la tesis.
O sea, tengo que ponerle nombre a la cosa esa (no
he sido capaz porque se siente rodículo), ponerle ojos, nariz, boca y voz.
Tengo que poner horarios que cumplir TAN estrictos
como los del ejercicio.
Entonces, en sus marcas, listos… que vaina tan ridícula.
Pero si al tipo este le funcionó, puede que a mí
tambien.
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