Desilusión total.
Total. Total.
Pero bueno, después
de un café aburrido puede venir una invitación de un pocotón de amigos (y él) a
un bar y después una invitación del hombre a comer. Pero que NO sea a un
restaurante super nais, que NO sea a la orilla del río, que NO sea medianamente
romanticón… o sea, nada de eso porfa.
Demasiado tarde. Por
favor, NO salgamos a recorrer la ciudad tomados de la mano, NO quiero besos y
apapachos y NO quiero sentir que soy la única mujer sobre la faz del planeta. Porque eso
NO se va a sentir como la historia más rosadita del mundo, NO.
El tipo NO captó que
yo NO quería nada de eso. Y así NO podemos.
Cinco días después apareció este pechito entre un vestido lo mas de bonito en un salón lleno de gente, un tipo grandote y bonito que se acerca, me abraza y me chanta un besote de esos de película y un "Lo que mas me gusta de estas fiestas de gringos es que se aparecen de short y chancletas y yo puedo presumir que estoy con la niña mas linda de la fiesta... estás preciosa!"
Después vino el consabido: “Mami, te presento a Mafe, mi mejor amiga”… GUAT??? a decir verdad, si yo
hubiera sido la señora, yo tampoco le hubiera creído.
Ahí se nos acabó el idilio.
Ahora, quién convence a mi corazoncito que ESO no va para ninguna parte?
Yo estoy aquí, él
no.
Yo tengo que
terminar mi tesis, él ya tiene su vida en otra parte.
Yo tengo que
reencontrar mi amor propio, antes de buscarlo con alguien mas.
Yo tengo un corazón
medio apachurrado, y ni yo soy así de desgraciada, ni necesito sopas en la
cabeza, ni él se merece que lo use como “un clavo para sacar otro clavo”
No comments:
Post a Comment