A lo Catherine Trammel

Bueno, así de emputecida, pero no así de zorra.

Digamos que yo SI iba a la conferencia, que tenía una agenda de presentaciones para ir, una agenda de desayunos y visitas técnicas, peeeeeeero como la vaina de este tipo era el primer día a primera hora, podia salir de ese negocito de una.

Me pegué un madrugadón de Padre y Señor míos para llegar hecha una muñeca a desayunar con unos amigos que también venían de visita al congreso y después caerle al tipilín de entradita.

En el desayuno, me encontré con un montón de gente que hace rato no veía. Mejor dicho, ellos no me veían desde “la debacle marital” y no sabían que ahora ando soltera, mas delgada, con actitud ganadora… y una sed de venganza bestial.

“Mafe, estás super linda! Que te hiciste?

“Qué bonita estás!”

“Mafe, estás super bien! Tienes que darnos la recet---... ah, divorcio?... entonces mejor no”

El plan?

Llegar a la presentación del tipo 2 minutos después de empezada y sentarme en primera fila, fingir indiferencia, hacer 1 pregunta al final y desaparecer.

La ejecución?

Llegué 2 minutos tarde, en el preciso momento en que se estaba tomando un traguito de agua, ver como el tipo se atora al verme entrar (JA!!!) y sentarme… en la segunda fila porque la primera está llena. Fingí indiferencia, hice 1 pregunta y me fuí.

Ah… pero no, porque yo no soy tan de buenas y a la salida me encuentro con uno de mis antiguos profesores de planeación y me bloquea la ruta de escape.

Claro, el tipo este sale, me saluda. Beso, abrazo, me pregunta como me pareció. Y se va.

Claro, a él SI le salió lo de Magia! aparezco y desaparezco!

Y así, como en película barata de espías, pasamos 1 día completo huyendo el uno del otro, cruzándonos en los corredores del centro de convenciones y rozando una mano, un brazo, una espalda, un codo.

Thomas Crown es un pendejo al lado nuestro. Pero nahhh… dejemonos de pendejadas, yo vine aquí a buscar trabajo, no a buscar problemas.

Al día siguiente de mañanita, yo ya estoy en mood profesional y decente. Alistándome para salir a una visita técnica y me acaban de presentar al director de la oficina de Ingeniería y Planeacion de la ciudad, tienen razón cuando dicen que esas vainas son para hacer networking. Yo estoy en donde tengo que estar.

Muy de chocochéveres el señor y yo hablando de mi futuro profesional y de repente, de la nada aparece cosa altotota y guapa, piel canela, de ojos verdes, se me para al frente, me alza cual muñeca de trapo, me abraza, me chanta un beso. Y se va.

Mierda. Yo para eso no estaba lista.